Las arañas bajan por un hilo tejido por ellas, llegan a un lugar, se detienen y empiezan a pegar desde el centro hacia los extremos los demás hilos de su telaraña. Cuando terminan empiezan a tejer todo desde el centro.
¿Qué pasa si por la lluvia o el viento se rompen los hilos de la telaraña? ¡No pasa nada! La araña instintivamente rehace la telaraña. Pero, ¿Qué pasa si se rompe el hilo por el cual baja la araña? La araña instintivamente abandona la telaraña. Realmente, no se explica la ciencia por qué, pero si se rompe el hilo por el que bajo la araña la tela ha perdido su consistencia, por eso te puedes encontrar telarañas preciosas y no hay araña en ellas y telarañas todas rotas y ahí está la araña.
¡Qué curioso! De esta misma forma actuamos los hombres y mujeres. Bajamos al mundo por un hilito que es nuestra dependencia de Dios, se pueden romper todos los hilos de tu vida, pero si estas agarrado de Dios todo en tu vida se puede rehacer. Pero, si no estás agarrado de Dios, tu vida ha perdido su razón de ser.
Lo anterior explica por qué vemos gente que sale de la droga, personas que recuperan la “segunda virginidad” viviendo de la mano de Dios la castidad, otros que perdonan al marido o a la mujer de faltas gravísimas, algunos que se levantan de una gran quiebra económica, gente que deja el alcohol, en otras palabras, gente que supera todo agarrado de Dios.
Por el lado opuesto también vemos vidas destruidas por cosas pequeñísimas porque no estaban agarrados de Dios: jóvenes que no resisten una determinada tentación por falta de Dios, familias que se destruyen por pequeñas diferencias que podrían haber sido solventados, personas que abandonan sus estudios o trabajos ante la primera dificultad o contratiempo. De esta forma se ve quién tiene a Dios y quién se ha alejado de Él.
La invitación es a que seamos arañas y no nos soltemos jamás de Dios, con su ayuda podremos levantarnos de cualquier situación por muy compleja que nos parezca, recordando que Dios todo lo puede y como nos decía magistralmente San Pablo en su Carta a los Romanos “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (8, 31)
Tomado de PildorasdeFe.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario