miércoles, 19 de octubre de 2016

El trato a los demás



Si bien los sistemas técnicos cambian con rapidez, los sistemas que rigen nuestra conducta social han evolucionado muy poco y obtenemos de la vida lo que queremos sólo trabajando con los demás. Para conservar esa perspectiva, siga estas reglas:

* Para tener un amigo hay que saber serlo. Lo que más anhela una persona es sentirse necesitada; ayude a crear esa sensación en los demás.

* La mayor virtud es la bondad; no se puede amar a todas las personas pero se puede ser bondadoso con todas.

* No trate de impresionar a los demás; déjelos darse el gusto de impresionarlo a usted.

* Sea entusiasta; nunca se ha logrado nada importante sin entusiasmo.

* Sea positivo; la gente positiva atrae a los demás, mientras que la negativa genera rechazo.

* Se influye más en otros escuchando que hablando. El chisme rebaja más al chismoso que a la persona de quien este habla.

* Llame a las personas por su nombre.

* Comunique alegría.

* Interésese genuinamente por los demás; anímelos a hablar de sí mismos.

* Una sonrisa no cuesta nada y rinde notables dividendos; no sólo hace que se sienta usted bien, sino que ayuda a los demás a sentirse mejor.

* Sea el primero en decir: ¡Hola! Me da gusto verte.

* Siga esta regla de oro: Trate a los demás de la misma forma que le gustaría a usted ser tratado.


Carta de un niño a su Padre



“Querido papá:


Se lo que tu y mamá me quieren, porque cada uno me lo demuestra en cada acto, en cada lugar y relación que nos une, pero por ese amor que sienten hacia mí y por el que yo siento hacia ustedes, quiero que me den la posibilidad de ser libre, de crecer de la manera más pura y desatada de obligaciones que pueda.

Déjenme competir con la alegría que siento por el solo hecho de poder participar de algo que me gusta, no me obliguen a lograr cosas que tal vez sean importantes, pero para otro momento, ya que hoy para mí, lo lindo es poder ser niño.

Déjenme vivir la edad que tengo, pues solo pasa una vez en mi vida.

No planifiquen tanto mi vida, no se desesperen por mis derrotas y menos aun, no se sientan derrotados, pues el dolor que me produce perder, termina 5 segundos después del llanto, ya ni me acuerdo, volviendo a sentir alegría poder jugar y ser aun niño.

No busquen un triunfo a través mío, no pretendan hacerme como fueron o no pudieron serlo, no antepongan el logro personal a mi felicidad.

A ustedes padres en el momento de elegir un club donde mandarme, pregúntenme si yo me siento a gusto, no si le gusta a ustedes, déjenme decidir en esa pequeñas cosas que para mí son tan importante, a ustedes profesores para que además de ser un buen jugador, sea el día de mañana un hombre de bien. No quieran que sea un chico grande sino que sea un gran chico.


Se lo que sufren en un torneo cuando compito, pero piensen que en ese momento yo soy feliz y por eso no alcanzo a comprender los celos entre padres, los insultos y la desazón por la victoria que no llega, entiendan que para mí es mucho más importante que el triunfo pasajero, el poder oír después de un encuentro que he cosechado nuevos amigos.

En el deporte como en la vida todo tiene su tiempo, ya llegara aquel día en que yo pueda darles todo lo que ustedes pretenden de mí”



Tu hijo

lunes, 10 de octubre de 2016

Es bueno saber



Es bueno saber que hay hombres de ciencia, pero es mejor que seamos hombres y mujeres de conciencia.

Es bueno saber lo que tenemos que hacer, pero es mejor hacer lo que debemos hacer.

Es bueno hacer planes y fijarse un propósito, pero es mejor llevarlos a cabo.

Es bueno desear el éxito pero es mejor realizar las cosas necesarias para lograrlo.

Es bueno hacer promesas, pero es mejor cumplirlas.

Es bueno tener dignidad, pero es mejor no pisar la de otros.

Es bueno tenerlo todo, pero es mejor compartir con el que no tiene nada.

Es bueno saberse amado y comprendido, pero es mejor amar y comprender.

Es bueno procurar no fracasar, pero es mejor ayudar al fracasado.

Es bueno buscar la verdad, pero es mejor hablar siempre con ella o él.

Es bueno tener fe, pero es mejor sembrarla en los que aún no conocen a Dios.

¡Pero hazlo ya porque el tiempo pasa!

La esperanza es lo mas fuerte



La esperanza es un arma que no debemos dejar de la mano; trabaja allí donde no parece haber remedio. Un proverbio dice que hay en el mundo diez cosas más fuertes la una que la otra, y en relación ascendente. Son estas:

Lo más fuerte serían las montañas; pero el hierro es más fuerte, porque deshace las montañas.

El fuego es más fuerte, porque funde el hierro.

El agua vence al fuego, porque lo apaga.

Las nubes desafían al agua, porque se apoderan de ella.

El viento se ríe de las nubes, porque las disipa.

El hombre camina contra el viento y lo vence.

El vino aturde al hombre a pesar de su inteligencia.

El sueño es más fuerte que el vino, porque hace desaparecer sus efectos.

Pero la tristeza ahuyenta el sueño e impide conciliarlo.

Mas la esperanza en Dios vence la tristeza y por eso es lo más fuerte de todo.


lunes, 3 de octubre de 2016

El corazón de una madre



Cuando el Señor hizo a la mujer, era su sexto día de trabajo, haciendo horas extras… Un Ángel apareció y trató de detener al Señor. “Esto es demasiado trabajo para un sólo día, mejor espera hasta mañana para terminar”. “Pero no puedo”, protestó el Señor. Estoy tan cerca de terminar esta creación por lo que está muy cerca de mi corazón.

El Ángel se acercó y tocó a la mujer “Pero la has hecho tan suave, Señor” “Ella es suave”, asintió el Señor ” pero también la hice fuerte.

“No tienes ni idea de lo que puede resistir o lograr”

El Ángel notó algo y se estiró y tocó la mejilla de la mujer. “Oh, parece que este modelo tiene una pérdida. “. “Esa no es una pérdida” – Objetó el Señor “Eso es una lágrima”. “¿Y para qué son las lágrimas?” – Preguntó el Ángel.

El Señor dijo, “La lágrima es la forma en que ella expresa su alegría, su pena, su desilusión, su soledad, su dolor y su orgullo”. El Ángel estaba impresionado. “Eres un genio, Señor” Pensaste en todo ya que las mujeres son en verdad asombrosas!!”


Las madres tienen fuerzas que asombran a los hombres. Llevan a los hijos, sobrellevan dificultades, llevan pesadas cargas pero se aferran a la felicidad, amor y alegría. Sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Pelean por lo que creen. Se sublevan contra la injusticia.

No aceptan un “no” por respuesta cuando creen que existe una solución mejor. No se compran zapatos nuevos pero a sus hijos sí…… Acompañan al médico a un amigo asustado. Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus hijos sobresalen y ovacionan a sus amigos cuando triunfan. Se les rompe el corazón cuando un amigo muere. Sufren cuando pierden a algún miembro de la familia pero son fuertes cuando no hay de donde más sacar fuerzas. Saben que un abrazo y un beso puede sanar un corazón roto.

Las madres vienen en todos los tamaños, colores y formas. Manejan, vuelan, caminan o te mandan e-mails para decirte cuánto te quieren.




El corazón de las madres es lo que hace el mundo girar! Las madres hacen más que dar a luz. Ellas traen alegría y esperanza. Compasión e ideales. Sí, el corazón de la madre es asombroso! Bendito sea Dios por darnos a todos una MADRE!

Mejor Madre

(Para todas las madres del Mundo)


Estaba en una ocasión una mujer sentada en un apartado rincón admirando las bellezas de la madre Naturaleza, mientras acariciaba y estrechaba entre sus bravos a un bebe. El ambiente y todo la que le rodeaba eran muy propicios para la meditación y comunión con Dios.

Al sentir ella el deseo de hablarle a Dios, a esa Presencia dentro de ella, le pregunto: Padre mío, ¿habrá alga mas puro y sublime en el mundo que el amor que siento yo par mi hijo?” "Hija mía”, sintió dentro de ella esta Presencia contestarle, "amor mas grande y puro que el que Yo les tengo a todos ustedes, mis hijos, no existe ni podrá existir jamás. Te dote con ese amor de madre, para que puedas tener una idea cabal de cuan grande es el amor que Yo siento por todos Mis hijos; para que puedas servirme de canal a través del cual Yo pueda expresar ese amor.

"Los que llamas tus hijos, no son tus hijos. Vinieron por medio de ti, pero no de ti. Como el mundo que Yo cree todo lo que es similar se atrae, sus almas te escogieron a ti para que les sirvas de guardián y guía y Yo di mi conformidad. 

"Pero recuerda, que aunque estén contigo, no son tuyos. Podrás poner en ellos todo tu amor. Pero no así tus pensamientos. Yo los dote a ellos de su propia mente y ellos tienen sus propios pensamientos. Podrás darles albergue y alimentos en el santuario de tu hogar a sus cuerpos, pero no a sus almas, porque estas habitan en el santuario de Mi presencia, la cual nadie puede ver, aunque si sentir”.

Recuerda las palabras de tu hermano mayor, Jesús, cuando dijo: “Dejad a los niños venir a mi, porque de ellos es el reino de los cielos’. Tú puedes ayudar a que ellos alcancen ese reino, no tanto con tus palabras, como con tus ejemplos dentro y fuera del santuario de tu hogar. Podrás quererlos coma a nada en el mundo, pero no puedes forzarlos a que te quieran.

 Ese amor reciproco germinara en ellos espontáneamente, si es que tu la sabes cultivar bien. Tu, como madre amorosa, eres el bendecido árbol, que la da todo a la fruta, para que esta sea mas jugosa y dulce, para el deleite de otros, que es Mi deleite; para que sus semillas perpetúen la eternidad de la vida”. 

Al terminar esta Presencia en ella de hablarle, se levanto la mujer y estrechando más fuerte que nunca al niño entre sus brazos, siguió su camino, sintiéndose mejor madre que antes.

Y Dios dijo

Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
Si lloras, estoy deseando consolarte.
Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío, mi ternura te colmará.
Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas, vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
Si estás cansado, soy tu descanso.
Si pecas, soy tu perdón.
Si me hablas, trátame de tú.

Si me pides, soy don para ti.
Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.
Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
Si eres infiel, yo soy fiel contigo.
Si quieres hablar, yo te escucho siempre.
Si me miras, verás la verdad en tu corazón.
Si estás en prisión , te voy a visitar y liberar.
Si te marchas, no quiero que guardes las apariencias.
Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti
Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.
Si estás excluido, yo soy afiliado.
Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
Si no tienes a nadie, me tienes a mí.
Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.

domingo, 2 de octubre de 2016

Cuando otro actúa de esa manera

Cuando otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando tú lo haces, son los nervios.

Cuando el otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando tú lo haces, es firme.

Cuando el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a ti no te gusta su amigo, sencillamente muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

Cuando el otro hace las cosas con calma, es una tortuga: pero cuando tú lo haces despacio es porque te gusta pensar las cosas.

Cuando el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando tú lo haces, eres generoso.

Cuando el otro encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.

Cuando el otro tiene modales suaves, es débil; cuando tú lo haces, eres cortés.

Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo haces, eres enérgico.

¿Por qué te fijas en la astilla que tiene en el ojo tu hermano/a, en tu madre/padre, en tu esposa/o, en tu hijo/a en tu prójimo y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?

Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, que conforme a nuestro juicio seremos juzgados. Cada uno de nosotros tiene mil cosas que hacer, y poseemos bienes materiales, algunos más que otros.

Sin embargo, cuando llegamos delante de Dios; ¿De qué nos sirven? ¿Podemos acaso impresionar a Dios con nuestros bienes?.

Lo mejor que le podemos ofrecer a Dios es nuestra vida, nuestros pensamientos y corazones. De esa forma, agradaremos a Dios, pues ¿qué le podemos ofrecer a Dios que Él no pueda tener? Solamente aquello que nos dio la libertad de entregarle o no: ¡nuestras vidas!

El día de hoy Dios quiere mostrarnos lo que realmente vale para Él, y que es lo único necesario para agradarle.

¿Quieres agradar a Dios? ¡Date tú mismo en este día y entrégale tu corazón! Para Él es el mayor tesoro.

El Puente de los hermanos

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas contiguas, tuvieron un conflicto. Éste era el primer problema que tuvieron después de 40 años de cultivar las tierras hombro a hombro, compartir el duro trabajo y de intercambiar cosechas y bienes en forma continua.

Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido que fue creciendo hasta llegar a abrir una tremenda brecha entre ellos, que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda serle de ayuda".

"Sí", dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire, al otro lado del arroyo, en aquella granja, ahí vive mi vecino, es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros.

Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, de dos metros de alto, para no verlo nunca más.

El carpintero le dijo: Creo que comprendo la situación. Muéstreme dónde están la madera, los clavos y las herramientas y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho. El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir a comprar provisiones al pueblo.

El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del atardecer, cuando el granjero regresó, el carpintero había terminado con su trabajo. El granjero quedó, perplejo con lo que vio. No había ninguna cerca de dos metros; en su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una verdadera obra de arte.

En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja, cruzando el puente, abrazó a su hermano, con los ojos llenos de lágrimas, le dijo: Eres un gran hombre, por construir este hermoso puente después de lo que te he hecho, gracias y perdóname.

En silencio el carpintero guardó las herramientas y se dispuso a marchar, cuando Luis, el hermano que le había contratado grito: ¡No te vayas espera!, quédate, tengo muchos proyectos para ti.

-Me gustaría quedarme dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.


“Dios y el hombre estaban separados por un abismo, pero como el carpintero, Jesucristo en la cruz se ofreció como puente. Tú no tienes que hacer nada, el puente ya está ahí. Crúzalo y podrás recibir el abrazo restaurador de Dios”

El Gusano y el Escarabajo

Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.

El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.

El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano. ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano? A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos. ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?
Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir. 

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó:
El gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen. 

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba. En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida.

Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien.
Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.

El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban.

Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.

El escarabajo aprendió varias lecciones ese día.
La amistad está en ti y no el los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir.

El Bombero de Arizona

La madre de 26 años se quedó absorbida mirando a su hijo que moría de leucemia terminal.
Aunque su corazón estaba agobiado por la tristeza, también ella tenia un fuerte sentido de determinación. Como cualquier madre, deseaba que su hijo creciera y realizara todos sus sueños, pero ahora eso no era posible para su hijo.

La leucemia no se lo permitiría. Pero aun así, ella todavía quería que los sueños de su hijo se realizaran…

Ella tomo la mano de su hijo y le preguntó:

“Billy, ¿alguna vez pensaste en lo que querías ser cuando crecieras?
¿soñaste alguna vez y pensaste en lo que harías con tu vida?“

“Mami, siempre quise ser un bombero cuando creciera”.

La madre se sonrió y dijo: “veamos si podemos hacer realidad tu sueño”.

Ese dia, mas tarde, ella se dirigió a la Estación de Bomberos de Phoenix, Arizona. Allí conoció al bombero Bob, un hombre con un corazón grande como Phoenix. Ella le explicó el último deseo de su hijo y le pregunto si era posible darle a su hijo de seis años un paseo alrededor de la cuadra en un camión bombero.


El bombero Bob dijo: “mire, podemos hacer algo mejor que eso. Tenga a su hijo listo el miércoles a las 7 en punto de la mañana y lo haremos un
'bombero honorario' durante todo el día. Él puede venir con nosotros aquí a la estación, comer con nosotros, salir con nosotros cuando recibamos llamadas de incendios, por todo lo ancho. Y si usted nos da sus medidas, le conseguiremos un verdadero uniforme de bombero, con un sombrero verdadero que lleve el emblema de la estación de bombero de Phoenix, no uno de juguete, sino el emblema amarillo que nosotros llevamos y sus botas de hule. Todo eso es hecho aquí en Phoenix, así que nos es fácil conseguirlo bastante rápido.”

Tres días más tarde el bombero Bob recogió a Billy, le puso su uniforme de bombero y lo condujo desde la cama del Hospital hasta el camión bombero.


Billy tuvo que sentarse en la parte de atrás del camión y ayudar a conducirlo de regreso a la estación. Él se sentía como en el cielo. Hubo tres llamadas en Phoenix ese día y Billy tuvo que salir en las tres llamadas. El fue en tres camiones diferentes. Fue en el microbús paramédico y también en el carro del jefe de bomberos. También le tomaron videos para las noticias locales de televisión. Habiendo hecho realidad su sueño y con todo el amor y la atención que le fue dada, Billy fue tocado tan profundamente en su corazón, que logró vivir tres meses más de lo que cualquier médico pensó que viviría.
Una noche todas sus señales vitales comenzaron a decaer dramáticamente y el jefe de enfermería, que creía en el concepto hospicial que nadie debe morir solo, comenzó a llamar a los miembros de la familia para que vinieran al hospital.

Luego, recordó el día en que Billy había pasado como si fuera un bombero, así que llamo al jefe de la estación y le preguntó si era posible que enviara a un “bombero” uniformado al hospital para que estuviera con Billy mientras entregaba su alma.

El jefe le dijo: “haremos algo mejor” estaremos allí en cinco minutos. ¿Me hará un favor? Cuando oigan las sirenas sonando y las luces centelleando, podría anunciar por los altoparlantes que no hay ningún incendio, sino que es el Departamento de Bomberos que va a ver a uno de sus más finos miembros una vez más y, por favor, ¿podría abrir la ventana de su cuarto?

Como cinco minutos más tarde, un gancho y la escalera del carro bombero, llegaron al hospital, y se extendieron hasta el tercer piso donde estaba la ventana abierta del cuarto de Billy y 16 “bomberos” subieron por ella y entraron al cuarto.
Con el permiso de su mama, cada uno de ellos lo abrazo y lo arrullaban diciéndole cuanto lo amaban.

Con aliento agonizante, Billy miro al jefe de los bomberos y dijo: “Jefe, ¿soy verdaderamente un bombero ahora?”

El jefe le respondió:”si, Billy, lo eres”.

Con esas palabras, Billy sonrió y cerró sus ojos por última vez.

Recordemos que lo que los seres humanos necesitamos es el conocimiento y el amor de Dios manifestados a través de nuestros semejantes.



Autor: Anónimo

El arte de hablar y la virtud de callar

Sí, hablar es fácil, pero CALLAR, requiere prudencia y dominio. Cristo como hombre, estuvo callado vivió en silencio e ignorado durante treinta años, para poder hablar como Dios por espacio de tres años solamente.

La Palabra de Cristo al promulgar su obra redentora, fue amable, atrayente, pero decisiva penetrante y convincente. Llamó al pan, pan, y al vino, vino sin rodeos y con sencillez. Pero cuando calló, no se defendió contra las infamias, calumnias, acusaciones, injusticias, atropellos y crímenes. Porque es inútil y contraproducente hablar a personas de antemano predispuestas.

Nos dio los siguientes ejemplos:

Hablar oportunamente, es ACIERTO

Hablar frente al enemigo, es CIVISMO

Hablar ante una injusticia, es VALENTÍA

Hablar por rectificar, es un DEBER

Hablar para defender, es COMPASIÓN

Hablar ante un dolor, es CONSOLAR

Hablar para ayudar a otros, es CARIDAD

Hablar con sinceridad, es RECTITUD

Hablar de sí mismo, es VANIDAD

Hablar restituyendo fama, es HONRADEZ

Hablar aclarando chismes, es OBLIGACIÓN

Hablar disipando falsedades, es de CONCIENCIA

Hablar debiendo callar, es NECEDAD

Hablar por hablar, es TONTERÍA

Hablar de Dios, significa MUCHO AMOR.


Cuando Cristo hablaba encendía los corazones sinceros y nobles, pero su CALLAR sorprendió a todos, desconcertó a sus mismos enemigos. CALLANDO enseñó a llevar la Cruz, por lo mismo:


Callar cuando acusan, es HEROÍSMO

Callar cuando insultan, es AMOR

Callar las propias penas, es SACRIFICIO

Callar de sí mismo, es HUMILDAD

Callar miserias humanas, es CARIDAD

Callar a tiempo, es PRUDENCIA

Callar en el dolor, es PENITENCIA

Callar palabras inútiles, es VIRTUD

Callar cuando hieren, es SANTIDAD

Callar para defender, es NOBLEZA

Callar defectos ajenos, es BENEVOLENCIA

Callar debiendo hablar, es COBARDÍA


Aprende primeramente a CALLAR para poder HABLAR con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro. Así como tú callas y defiendes cubriendo los defectos ajenos con la misma medida, serás defendido por DIOS.


Callar las cualidades propias es humildad.

Callar las buenas obras del prójimo es envidia.

Callar para no herir la susceptibilidad es delicadeza.

Callar los defectos propios es prudencia.

Callar los defectos ajenos es caridad.

Callar las palabras inútiles es sabiduría.

Callar para escuchar es educación.

Callar a tiempo es discernimiento.

Callar junto al que sufre es solidaridad.

Callar cuando se ha de hablar es cobardía.

Callar ante el fuerte es sometimiento.

Callar ante el débil es magnanimidad.

Callar ante una injusticia es complicidad.

Callar cuando te humillan es andar en la verdad

Callar en los momentos de dolor es virtud

Callar ante la injuria es fortaleza.

Callar para mejor amar es santidad.

El Hospital del Señor

Fui al Hospital del Señor a hacerme una revisión de rutina y constaté que estaba enfermo. Cuando Jesús me tomó la presión vio que estaba baja de ternura. Al medirme la temperatura el termómetro registró 40 grados de egoísmo.

Hizo un electrocardiograma y el diagnóstico fue que necesitaba varios "by-pases" de amor porque mis venas estaban bloqueadas y no abastecían mi corazón vacío.

Pasé hacia ortopedia: no podía caminar al lado de mi hermano, y tampoco podía abrazarlo porque me había fracturado al tropezar con mi vanidad. También me encontraron miopía, ya que no podía ver más allá de las apariencias; cuando me quejé de sordera Jesús me diagnosticó quedarme sólo en las palabras vacías de cada día.

GRACIAS SEÑOR, porque las consultas son gratuitas, por tu gran misericordia. Prometo, al salir de aquí, usar solamente los remedios naturales que recetas en el Evangelio...

Al levantarme tomaré un vaso de AGRADECIMIENTO.

Al llegar al trabajo, una cucharada sopera de BUEN DÍA.

Cada hora un comprimido de PACIENCIA y una copa de HUMILDAD.

Al llegar a casa, SEÑOR, voy a tener diariamente una inyección de AMOR, y al irme a acostar dos cápsulas de CONCIENCIA TRANQUILA.

¡¡¡¡¡ GRACIAS SEÑOR !!!!!

El anillo del maestro

Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro sin mirarlo, le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... y haciendo una pausa agregó: si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro- titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas. Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó:

- Toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.


El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y solo un anciano fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En el afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. 

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, abatido por su fracaso montó su caballo y regresó. ¡Cuánto hubiera deseado el joven tener esa moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación.

- Maestro -dijo- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera obtener dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¡58 MONEDAS! -exclamó el joven.

- Sí, -replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: Una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño. - Todos somos como esta joya, valiosos y únicos y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.

SIEMPRE RECUERDA LO MUCHO QUE TÚ VALES, AUNQUE QUIZÁS, ALGUNAS PERSONAS A TU ALREDEDOR NO TE LO DEMUESTREN.

sábado, 1 de octubre de 2016

Pequeñeces


Pequeñas piedras pueden construir grandes montañas..

Pequeños pasos pueden cubrir muchas millas...

Pequeños gestos de amor y ternura pueden hacer al mundo feliz...

Un pequeño abrazo puede secar muchas lágrimas..

Una pequeña palabra, AMOR, puede colmarnos de felicidad...

Una pequeña sonrisa, puede transformar el mundo...

Son esas pequeñas cosas las que construyen nuestro mundo...

Cuando pienso en ellas, cálidas imágenes vienen a mi mente.

Pienso en los momentos que compartimos en la red..

intercambiando mensajes que nos alegran el espíritu..

No importa quien los escribió...

Lo más importante es que vienen a mí...

Gracias por compartir esta hermosa amistad...

Gracias por esas Pequeñas Cosas...

¿Desgracia o bendición?

En un pequeño pueblo vivía un anciano con su hijo de 17 años. Un día, el único caballo blanco con que trabajaba saltó la reja y se fue con varios caballos salvajes. La gente del pueblo murmuraba: ¡Qué desgracia la suya, Don Cipriano!, y él, tranquilo, contestaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".

Días después, el caballo blanco volvió junto a un hermoso caballo salvaje, y la gente saludaba al anciano diciéndole: ¡Qué bendición!, a lo que Don Cipriano replicaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".

A los pocos días, el hijo adolescente, mientras montaba el caballo salvaje para domarlo, fue derribado y se fracturó una pierna, a raíz de lo cual empezó a cojear, y la gente le decía al anciano; ¡Qué desgracia la suya, buen hombre!, a lo que él replicaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".

Días después se inició una guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron llevados al frente de batalla, pero a su hijo no lo llevaron por su cojera, y toda la gente del pueblo saludaba al anciano y le comentaba: ¡Qué bendición la suya, Don Cipriano!. Y él, con su fe inquebrantable, contestó una vez más diciendo: "Sólo Dios lo sabe, quizás sea una bendición o quizás una desgracia".

Efectivamente, sólo Dios sabe, y Él nunca se equivoca.

Lo Principal

Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que salía de adentro y le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal, después de que salgas la puerta se cerrará para siempre, por lo tanto aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal...". La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro, por las joyas, puso al bebé en el piso y empezó a juntar ansiosamente todo lo que podía, en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente: "Tienes sólo cuatro minutos..." Agotados los cuatro minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró, recordó entonces que su bebé quedó adentro y la puerta estaba cerrada para siempre... La riqueza duró poco y la desesperación toda la vida.

Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte "no te olvides de lo principal"... Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre lo dejamos de lado... Así agotamos nuestro tiempo aquí y dejamos a un lado lo esencial: "Los tesoros del alma" . El tiempo pasa; ¡ la eternidad se acerca !

La Carreta Vacia

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
- ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más?


Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
Estoy escuchando el ruido de una carreta.
- Eso es - dijo mi padre- Es una carreta vacía. 
Pregunté a mi padre.: - ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? 
Entonces mi padre respondió: - Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y menospreciando a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de egoísmo, de un supuesto Mi Mismo.

"ENVEJECER ES OBLIGATORIO, MADURAR ES OPCIONAL"

Más que un Anillo de Compromiso

Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera. El joyero le presentó uno. La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.



El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo. 

¿Se va usted a casar pronto? - Le preguntó el joyero. 

No - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia. 

La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.


Es para mi mamá -dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas; pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos.

Fue padre y madre para mí. Fue mi amiga, mi hermana y mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue otro anillo de compromiso, pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacía nada más que a los clientes importantes.

REFLEXIÓN

Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.

Estos son tiempos con mas libertad, pero menos alegría.

Con más comida, pero menos nutrición.

Son días en los que quizás llegan dos sueldos, pero entran los divorcios.

Son tiempos de casas más bonitas, pero más hogares rotos.

No guardes nada "para una ocasión especial", porque cada día que vives es una ocasión especial.

Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.

Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos.

Come tu comida preferida y visita los sitios que te encantan.

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.

Usa tus copas de cristal; no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo. Las frases "Uno de estos días", "algún día", quítalas de tu vocabulario.

Escribamos aquella carta que pensábamos escribir "uno de estos días".

Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuánto los queremos.


Por eso, no demores nada que agregue risa y alegría en tu vida. Cada día, hora, minuto, pueden ser especiales.

Dios existe


Un hombre fue a una barbería a cortarse el pelo y recortarse la barba. Como es costumbre en estos casos, entabló una amena conversación con la persona que le atendía.


Hablaban de muchas cosas y tocaron varios temas. De pronto, hablaron de Dios. El barbero dijo:

- Fíjese caballero, que yo no creo que Dios exista, como usted dice...

- Pero, ¿por qué dice usted eso? - preguntó el cliente.

- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o dígame, acaso si Dios existiera, ¿habrían tantos enfermos?, ¿habría niños abandonados?. Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.

El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonaba la barbería, observó en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo. Al parecer, hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.

Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:

- ¿Sabe una cosa? los barberos no existen . . .

- ¿Cómo que no existen? - preguntó el barbero - Si aquí estoy yo, y soy barbero.

- ¡No! - dijo el cliente - No existen porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.

- Ahh, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí.


- ¡Exacto! - dijo el cliente - ese es el punto, Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria...

Decálogo para mantenerse en forma



1.- Cada día, cuando suene el despertador, respira profundamente, sonríe con ganas y date un aplauso.

Eres una persona privilegiada. Estás vivo. Él tiempo se te regala a cambio de nada. Tienes por delante la posibilidad de ser feliz. El tiempo no es una condena, es la posibilidad del amor, del gozo, de la felicidad. No lo conviertas en un barbecho estéril. Generalmente es una cuestión que sólo depende de ti. Date una oportunidad.



2.- Mírate al espejo y ríete un poco de ti mismo.

Verás que tienes el corazón despeinado, la ilusión legañosa y la generosidad en pleno bostezo. Date una buena ducha de optimismo y verás qué bien te sientes. Hay muchos que sólo se duchan por fuera, y, claro, huelen. El mejor secreto contra la vejez es aplicarse alguna crema que mantenga tersos tus ideales. Te ofrezco una marca: la utopía.


3.- Conecta tu teléfono móvil y llama.

Dios te escucha. Siempre tendrás cobertura. Reza saboreando despacio tus sentimientos. ¡Cómo se esponja el corazón cuando uno se descubre amado de Dios! ¡Saltarás de gozo como un cervatillo! Te quedará un cuerpo "Danone" dispuesto a devorar el día y repartirás alegría incluso a quien no te la pide. Recuerda: de mañana y a última hora del día tienes tarifa reducida. Aprovecha y llama.


4.- Mantén la línea de tu libertad.

Controla la dosis de fútbol, de ruidos, de tele y de alcohol. De lo contrario perderás en la primera esquina la ingenuidad. Pasarás de ser un fan a ser un fanático, antes de que puedas darte cuenta. Si te viene la tentación cómprate un libro, es lo que más se parece a libre. Cuídate y recuerda el verso del poeta "Érase un hombre a un televisor pegado...".


5.- Sonríe siempre, sonríe.

La sonrisa es tu arruga más bella y te mantiene joven. Cada vez que sonríes abres mil puertas cerradas y pones nombre a la gente que pasa. No hay dinero capaz de comprar una sonrisa auténtica y, sin embargo, brota espontánea cuando es gratuita. Sé tú así, como una sonrisa, porque tampoco tú tienes precio.


6.- Haz ejercicios diariamente.

Practica el perdón, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad, el cariño... y tendrás un espíritu "cachas". Y así, cada noche, en esta competición que llaman vida, ganarás el trofeo más preciado: la paz interior y el gozo de encontrar el sentido de vivir debajo de la almohada. No te preocupes, hay trofeos para todos. Mañana más.

7.-Abre tu agenda y anota: reservado para mí.

Fíjate bien, lo tienes todo ocupado: trabajo, amigos, televisión, clases, salir, entrar, visita cultural... ¿Y tú? ¿No eres importante para dedicarte un ratito? Sí hombre. Cancela algún compromiso y siéntate contigo. Háblate mirándote a los ojos. Tienes que decirte muchas cosas. Hace ya mucho tiempo que no te ves de verdad. Eres tu mejor amigo. Confía en ti mismo y cuéntate todas tus preocupaciones. Saldrás aliviado. Los amigos están para eso.


8.- Practica el refrán: 'El que reparte se queda con la mejor parte'.

No falla. Una mano abierta a los otros puede ser caricia, consuelo, saludo, ayuda... Una mano cerrada es siempre amenaza, puñetazo, distancia, desconfianza ... etc. Quien comparte su vida dispone siempre de un cheque en blanco para el amor. Hazlo y verás cómo sube tu saldo cada día. Los que viven para su cuenta corriente son sólo eso: corrientes.


9.- Consume productos sin código de barras.

No cumplen la normativa vigente, es verdad, pero son los de siempre y llevan garantía. Además de ser naturales no tienen fecha de caducidad y son cien por cien ecológicos: justicia, solidaridad, tolerancia, derechos humanos, libertad. Es decir, civilización del amor. Tienen la ventaja, además de que podemos cultivarlos en nuestra propia casa y no pagan impuestos. Se trata de llevar una vida saludable.



10.- Hazte un seguro de vida.

El que quiera ganar su vida la perderá pero el que pierda su vida por mí la ganará para siempre » (Lc. 9, 24)


En principio te saldrá un poco caro porque te exigirá una alta inversión, pero luego recogerás beneficios abundantes. Hay otros seguros más baratos, pero ya no son tan seguros. Tu póliza se llama Evangelio. No admite rebajas. Si te apuntas te juegas la vida. Seguro.

Vitaminas para el Alma

Cuando las horas de desaliento te invadan el alma, y las lágrimas afloren en tus ojos, búscame: YO SOY AQUÉL que sabe consolarte y pronto detiene tus lágrimas.



Cuando desaparezca tu ánimo para luchar en las dificultades de la vida, o sientas que estas pronto a desfallecer, llámame: YO SOY LA FUERZA capaz de remover las piedras de tu camino y sobreponerte a las adversidades del mundo.


Cuando, sin clemencia, te encontraras sin donde reclinar tu cabeza, corre junto a mi: YO SOY EL REFUGIO, en cuyo seno encontrarás guarida para tu cuerpo y tranquilidad para tu espíritu.

Cuando te falte la calma, en momentos de gran aflicción, y te consideres incapaz de conservar la serenidad de espíritu, invócame: YO SOY LA PACIENCIA que te ayudará a vencer las dificultades más dolorosas y triunfar en las situaciones más difíciles.

Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas el alma golpeada por los obstáculos del camino, grita por mí: YO SOY EL BÁLSAMO que cicatrizará tus heridas y aliviará tus padecimientos.

Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas y creas que ya nadie puede inspirarte confianza, ven a mí: YO SOY LA SINCERIDAD, que sabe corresponder a la franqueza de tus actitudes y a la nobleza de tus ideas.

Cuando la tristeza o la melancolía intenten albergarse en tu corazón, clama por mí: YO SOY LA ALEGRÍA que te infunde un aliento nuevo y te hará conocer los encantos de tu mundo interior.

Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos y te sientas desesperado, apela a mí: YO SOY LA ESPERANZA que te robustece la Fe.

Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza del corazón humano, aclámame: YO SOY EL PERDÓN, que te levanta el ánimo y promueve la rehabilitación de tu alma.

Cuando dudes de todo, hasta de tus propias convicciones, y el escepticismo te aborde el alma, recurre a mí: YO SOY LA FE que te inunda de luz y de entendimiento para que alcances la FELICIDAD.

Cuando ya nadie te tienda una mano tierna y sincera y te desilusiones de los sentimientos de tus semejantes, aproxímate a mí: YO SOY LA RENUNCIA que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la incomprensión del mundo.

Y cuando al fin, quieras saber quién soy, pregúntale al río que murmura, al pájaro que canta, a las estrellas que titilan. YO SOY LA DINÁMICA DE LA VIDA, Y LA ARMONÍA DE LA NATURALEZA.

ME LLAMO AMOR. SOY EL REMEDIO PARA TODOS LOS MALES QUE ATORMENTEN TU ESPÍRITU.

Ven a mí... que yo te llevaré a las serenas mansiones del infinito... bajo las luces brillantes de la eternidad...


Jesucristo

Vengo por tí

Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días, llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar, la cual no me gustó mucho que digamos y tengo que comer la comida que no me gusta.



Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo. No entiende que estoy cansado y quiero entrar al baño.


Después, tomo mi teléfono móvil para revisar los mensajes pendientes en mi sillón y mi hija nuevamente quiere jugar y que la arrulle entre mis brazos. Yo quiero revisar mi smartphone con tranquilidad, y sale mi esposa con su: "¿Qué tal me ves? Me arreglé para ti".

Le digo que bien, sin despegar mis ojos de mi móvil. Para variar, se enoja conmigo por que dice que no la comprendo y que nunca la escucho. No sé por qué se enoja si le pongo toda mi atención, es más, aún viendo la televisión le pongo atención, bueno, siempre y cuando haya malos anuncios. A veces quisiera estar solo y no escuchar nada, yo sólo quiero descansar. Suficientes problemas tengo en el trabajo para escuchar los de mi casa.

Mi padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz. Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.

-Hola, vengo por ti.

-¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste?

-Me manda Dios por ti, dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.

-Eso no es posible, para eso tendría que estar...

-Así es, sí lo estás; ya no te preocuparás por ver a la misma gente, ni por caminar, ni de aguantar a tu esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste; es más, jamás escucharás los consejos de tu padre.

-Pero... ¿Qué va a pasar con todo? ¿Con mi trabajo?

-No te preocupes; en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu puesto y por cierto, está muy feliz porque no tenía trabajo.

-¿Y mi esposa y mi hijita?

-A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades que tú nunca observaste en ella y él acepta con gusto todos sus guisos sin reclamarle nada, porque gracias a Dios y a ella, tiene algo que llevarse a la boca todos los días a diferencia de otras personas que no tienen nada que comer y pasan hambre hasta durante meses. Y además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera de él y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar; son muy felices.

-No, no puedo estar muerto.

-Lo siento, la decisión ya fue tomada.

-Pero... eso significa que jamás volveré a besar la mejillita de mi hijita; ni a decirle te amo a mi esposa; ya no veré a mis amigos para decirles lo mucho que los aprecio; ni darle un abrazo a mi padre. Ya no volveré a vivir, ya no existiré más, me enterrarán en el panteón y ahí se quedará mi cuerpo cubierto de tierra. Nunca más volveré a escuchar las palabras que me decían: "Hey amigo, eres el mejor"; "Hijo mío, estoy orgulloso de ti"; "Cuánto amo a mi esposo"; "Hermano mío, me alegro de que vinieras a mi casa"; "Papi..."

-No, no quiero morir; quiero vivir, envejecer junto a mi esposa, no quiero morir todavía...

-Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme para siempre.

-No, no quiero, no quiero. ¡Por favor, Dios!

-¿Qué te pasa amor? ¿Tienes una pesadilla? - dijo mi esposa despertándome.

-No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creó. ¿Sabes?, Estando muerto ya nada puedes hacer y estando vivo tienes la oportunidad de hacer felices a los demás y hacer la voluntad de Dios. Una vez cerrados tus ojos, nadie te garantiza volver a abrirlos.

¡Que bello es vivir! Hoy lo logré, mañana... mañana Dios dirá