domingo, 30 de abril de 2017

Compartiendo la mejor cosecha



En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, el cual ganaba el concurso al mejor producto año tras año. 

El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con los vecinos.

- "¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año?" preguntó el reportero.

- "Verá usted, señor," dijo el agricultor, el viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembrío a otro. Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a sembrar buen maíz, debo ayudar a que mi vecino también lo haga".

Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.




sábado, 29 de abril de 2017

El coleccionista de insultos



Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario. Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla. Conociendo la reputación del viejo
samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.

Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío. Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo. Arrojó algunas piedras en su dirección, lo escupió en la cara y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de sus casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

-¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?

El viejo samurai repuso:

-Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?
-Por supuesto, a quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos.
-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos, añadió el maestro, cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.
Paulo Coelho

El fantasma



Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.

El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.

Ya al borde de un colapso nervioso, decidió pedir auxilio de un célebre maestro zen que practicaba en la misma provincia. Fue a ver al maestro que le recibió amistosamente. Tras haberle explicado el dilema, el joven añadió:
– Ese fantasma lo sabe todo, absolutamente todo acerca de mí, ¡incluso conoce mis pensamientos! No puedo sustraerme a su dominio.

El maestro pensó que la solución no estaba fuera del alcance del chico y le sugirió que hiciera un trato con el fantasma.
– Esta noche, antes de acostarte -le dijo- coge un puñado de lentejas al azar y no las sueltes. Luego acuéstate y espera. Cuando el espectro se presente proponle un trato. Dile que si adivina cuántas lentejas tienes en la mano será para siempre tu dueño y que si no lo adivina deberá desaparecer para siempre. Vamos a ver que pasa.

El chico procedió del modo que le aconsejo el maestro. Poco después de acostarse el fantasma apareció y le dijo:
– Sé que intentas librarte de mí. También sé que te has ido a ver aquel bobo del monje zen para que te ayude a echarme, pero tus esfuerzos no te servirán para nada.
– Bueno -respondió el joven- ya sabía que me habrías descubierto, así como supongo que indudablemente sabrás cuantas lentejas tengo en el puño.
El fantasma desapareció para no volver nunca jamás. Lo que no sabía el chico no lo podía saber su fantasma.
Anónimo


Señales



Un señor muy creyente sentía que estaba cerca de recibir una luz que le iluminara el camino que debía seguir. Todas las noches, al acostarse, le pedía a Dios que le enviara una señal sobre cómo tenía que vivir el resto de su vida. Así anduvo por la vida, durante dos o tres semanas en un estado semi-místico buscando recibir una señal divina. Hasta que un día, paseando por un bosque, vio a un cervatillo caído, tumbado, herido, que tenía una pierna medio rota. Se quedó mirándolo y de repente vio aparecer a un puma.

La situación lo dejó congelado; estaba a punto de ver cómo el puma, aprovechándose de las circunstancias, se comía al cervatillo de un sólo bocado. Entonces se quedó mirando en silencio, temeroso también de que el puma, no satisfecho con el cervatillo, lo atacara a él. Sorpresivamente, vio al puma acercarse al cervatillo. Entonces ocurrió algo inesperado: en lugar de comérselo, el puma comenzó a lamerle las heridas. Después se fue y volvió con unas pocas ramas humedecidas y se las acercó al cervatillo con la pata para que éste pudiera beber el agua; y después se fue y trajo un poco de hierba húmeda y se la acercó para que el cervatillo pudiera comer.


Increíble. Al día siguiente, cuando el hombre volvió al lugar, vio que el cervatillo aún estaba allí, y que el puma otra vez llegaba para alimentarlo, lamerle las heridas y darle de beber. El hombre se dijo: Esta es la señal que yo estaba buscando, es muy clara. “Dios se ocupa de proveerte de lo que necesites, lo único que no hay que hacer es ser ansioso y desesperado
corriendo detrás de las cosas”. Así que agarró su atadito, se puso en la puerta de su casa y se quedó ahí esperando que alguien le trajera de comer y de beber. Pasaron dos horas, tres, seis, un día, dos días, tres días… pero nadie le daba nada. Los que pasaban lo miraban y él ponía cara de pobrecito imitando al cervatillo herido, pero no le daban nada. Hasta que un día pasó un señor muy sabio que había en el pueblo y el pobre hombre, que estaba muy
angustiado, le dijo:
– Dios me engañó, me mandó una señal equivocada para hacerme creer que las cosas eran de una manera y eran de otra. ¿Por qué me hizo esto? Yo soy un hombre creyente… Y le contó lo que había visto en el bosque.
El sabio lo escuchó y luego dijo:
– Quiero que sepas algo. Yo también soy un hombre muy creyente. Dios no manda señales en vano. Dios te mandó esa señal para que aprendieras.
El hombre le preguntó:
– ¿Por qué me abandonó?
Entonces el sabio le respondió:
– ¿Qué haces tú, que eres un puma fuerte y listo para luchar, comparándote con el cervatillo? Tu lugar es buscar algún cervatillo a quien ayudar, encontrar a alguien que no pueda valerse por sus propios medios.

Jorge Bucay


Mi mejor amigo



Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro.


Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron refrescarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

Hoy mi mejor amigo me salvó la vida.


Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?


Sonriendo, el otro amigo respondió:

“Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado,cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo”.



Dos Mejores Amigos



Hubo una vez dos mejores amigos. Ellos eran inseparables, eran una sola alma. Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron.

Y ESTO INICIO ASÍ:

Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo. En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo: murió ayer… No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.

Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia. Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya…

Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo.

Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá…

Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y rezaba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo: madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón.

La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:

Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste. Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches oré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo.

¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja, qué tiempos… éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho. Te quiere mucho: tu amigo por siempre.


¨No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón…

La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final¨


viernes, 28 de abril de 2017

Huellas en la arena



Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.

Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena.

Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor: "Señor, Tu me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo porque Tu me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba".

Entonces, El, clavando en mi su mirada infinita me contestó:

"Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".




Anónimo


Poema Anonimo



Pedí a Dios la fuerza que me diera el triunfo,
y fui hecho débil para que supiera obedecer con humildad.

Pedí la salud que me permitiera hacer las cosas más grandes,
y fui hecho enfermo para que hiciera las cosas mejores.

Pedí las riquezas que me dieran dicha,
y se me dio pobreza para que fuera sabio.

Pedí la fuerza que me ganara el elogio de los hombres,
y fui hecho débil para que sintiera la falta de Dios.

Pedí todas las cosas que me hicieran gozar de la vida,
y me fue dada la vida para que disfrutara de todas las cosas.

Nada recibí de lo que pidiera,
sino todo aquello que había esperado.

Casi a mi pesar, mi oración callada recibió respuesta.

Soy, entre todos los hombres el más abundantemente bendito.

Sea feliz a tiempo



Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.

En un recodo del camino vió un letrero que decía : "Le quedan dos meses de vida"

Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: " Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean".

Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar. Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior. Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice:"Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuanto sufrimos por lo mucho que anhelamos".



Prestado



Antes todo era mejor...

El mundo anda mal...

¡El gobierno sólo hace política! La Policía es inoperante...

No me conceden el crédito... Mi auto no funciona...

Pierdo mi tiempo... !Qué calor insoportable!

Mi esposa solamente se queja...

Los amigos escasean... Esas criaturas no paran de llorar...

El taxi no aparece... ¡Cómo está de sucia esta ciudad!

Mi jefe no me comprende...

¡¡Esta cola no avanza!!...

Nadie reconoce mi trabajo...

Los precios no paran de subir... Mi teléfono siempre está comunicando...

¡Qué vida esta!...

¿Otra queja más, todavía?

Si yo hubiera nacido en cuna de oro...

Si mis padres fuesen más inteligentes...

Si me tocara la lotería...

Si no hubiera tanta gente acaparando mi vida...

Si yo consiguiera un diploma sin tener que estudiar...

¿Por qué la gente lucha y sufre tanto en este "Valle de Lágrimas"?




Entonces, recuerda...


El lugar donde Jesús nació era prestado

El burrito que Él montó era prestado

Los panes y peces que Él multiplicó eran prestados

La sala donde Él instituyó la Eucaristía era prestada

La barca donde Él viajó era prestada

El sepulcro donde Él fue sepultado era prestado

¡SOLAMENTE LA CRUZ ERA DE ÉL!


jueves, 27 de abril de 2017

El Valor de una sonrisa



Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho.

Enriquece a quienes la reciben sin empobrecer a quienes la da.

No dura más que un instante, pero su recuerdo a veces es eterno.

Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie es tan pobre que no pueda enriquecer con sus beneficios.

Una sonrisa es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, alegría para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

Una sonrisa no puede comprarse, no puede obtenerse por caridad, no puede robarse ni puede ser prestada,
porque una sonrisa es algo que a nadie rinde beneficio a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.

Y si, en el trato con nuestros compañeros alguien está demasiado cansado para brindar una sonrisa, regálale una de las tuyas, pues nadie necesita tanto de una sonrisa, como aquel a quien no le queda ninguna que ofrecer.



miércoles, 26 de abril de 2017

¿Es el eco de mi voz o es Su voz?



Si me despierta y me saca de la mediocridad, si compromete y complica mi vida, pero la llena y da sentido..., es voz de Dios.

Si me hace salir de mi tierra, de mi pequeña isla o mar y me lanza al mundo entero..., es voz de Dios.

Si me invita a ser profundamente feliz y a hacer felices a los demás... si habla el lenguaje de la confianza, del Padrea su hijo..., es voz de Dios.

Si no me saca de este mundo, pero me hace estar en él como levadura, sal, luz..., es voz de Dios.

Si no tiene nada que ver con los anuncios de televisión, si no es para hacerme más famoso, ni me va a dar más dinero y poder, ni lo que me ofrece lo pueden robar los ladrones, ni carcomer la polilla, ni devaluar las caídas de la bolsa..., es voz de Dios.

Si es como un eco evangélico, si en la oración no puedo sacármelo del pensamiento..., es voz de Dios.

Si así también lo siente y lo ve mi comunidad y mi grupo; si cada vez soy más feliz siguiendo la llamada..., es voz de Dios.

Análisis del Padrenuestro



No digas Padre, si cada día no te portas como un hijo.

No digas nuestro, si vives aislado en tu egoísmo.

No digas que estás en el cielo, si sólo piensas en las cosas terrenas.

No digas santificado sea tu nombre, si no lo honras.

No digas venga a nosotros tu reino, si lo confundes con el éxito material.

No digas hágase tu voluntad, si no la aceptas cuando es dolorosa.

No digas danos hoy nuestro pan de cada día, si teniéndolo tú, no te preocupas por la gente sin vivienda, sin medios,....

No digas perdona nuestras ofensas, si guardas rencor a tu hermano.

No digas no nos dejes caer en la tentación, si tienes la intención de seguir pecando.

No digas líbranos del mal, si no tomas parte activa contra el mal.

No digas amén, si no has tomado en serio las palabras del Padre Nuestr
o.

La rana que quería ser una rana auténtica



Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.

FIN


Augusto Monterroso

La rana que quiso ser grande



Una rana que se encontraba en una charca vio un día acercarse a un buey a beber un poco de agua, y le llamo la atención el gran tamaño del animal. La ranita era muy pequeña, no mas grande que un limón, y al ver al corpulento buey se lleno de envidia y decidió hincharse hasta igualarlo en tamaño.

La ranita mientras se iba hinchando les preguntaba a sus compañeras:

- ¿Me hinché bastante para igualarlo? ¿Ya soy tan grande como él?

- No

- ¿Y ahora?

- Tampoco

- ¡Ya lo logré!

- ¡Aún estás muy lejos!

Y la pobre rana se hincho tanto, que reventó.



Moraleja: El mundo esta lleno de mediocres, que por envidia, se muestran ante los demás como grandes señores.

Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás padres, estaremos encantados de recibirla.

La rana que quiso ser buey



Había una vez una rana que no se gustaba nada de nada. Todos los días del año se acercaba al estanque más cercano para ver su reflejo en las aguas y se deprimía contando todos sus defectos ¡Qué fea y vulgar se sentía!

Detestaba su gigantesca boca de buzón que, por si fuera poco, emitía sonidos carrasposos que nada tenían que ver con los dulces trinos de los pajaritos. También pensaba que el color verde lechuga de su cuerpo era feísimo, y estaba obsesionada con las manchas oscuras que cubrían su piel porque, según ella, parecían verrugas. Pero sin duda lo que más le repateaba era su tamaño porque el hecho de ser tan pequeña le hacía sentirse inferior a la mayoría de los animales.

Cada mañana, después de contemplarse en el estanque, regresaba a su casa lamentándose de su mala suerte. La ruta de vuelta era siempre la misma: sorteaba unas cuantas piedras, recorría el camino de setas rojas con lunares blancos, y atravesaba la pradera donde vivía un viejo buey. En cuanto lo veía, la rana no podía evitar hacer un alto en el camino y quedarse pasmada mirando su imponente figura.

– ¡Ay, qué suerte tiene ese buey! ¡Me encantaría ser grande, tan grande como él!

Harta de sentirse insignificante, una tarde de primavera reunió a su pandilla de amigas ranas y mandó que se sentaran todas a su alrededor.

– Escuchadme, chicas: ¡Se acabó esto de ser pequeña! Voy a intentar agrandarme lo más que pueda y quiero que me digáis si lo consigo ¡No me quitéis ojo! ¿De acuerdo?

Las amigas se miraron sobrecogidas y empezaron a negar con la cabeza para que no lo hiciera, pero no sirvió de nada pues nuestra protagonista estaba completamente decidida.

Sin esperar ni un minuto más, se concentró, cerró los ojos, y aspiró por la boca todo el aire que pudo. Poniendo boquita de piñón para no desinflarse, preguntó a las otras ranas.

– ¿Ya? ¿Ya soy tan grande como el buey?

Una de ellas contestó:

– ¡Para nada! Te has hinchado un poco pero ni de lejos eres tan enorme.

La rana seguía encabezonada y se estiró como una gimnasta rítmica para tratar de retener una cantidad de aire mayor. Su pequeño y resbaladizo cuerpo se hinchó por lo menos el doble y adquirió forma redondeada ¡Parecía más pelota que batracio!

– ¿Y ahora? ¿Lo he conseguido, chicas?

¡Las ranas del corrillo se miraron atónitas! Pensaban con franqueza que su amiga estaba loca de remate, pero ante todo debían respetar su decisión y ser sinceras con ella. La más pequeña le dijo:

– ¡Qué va! Has crecido bastante pero el buey sigue siendo infinitamente más grande que tú.

La rana no estaba dispuesta a rendirse tan pronto. Dejó la mente en blanco y respiró muy, muy profundamente. Entró tanto aire en su tripa que se oyó un ¡PUM! y la pobre reventó como un globo al que pinchan con un alfiler.

– ¡Ay, ay, qué dolor! ¡Socorro! ¡Ayudadme!

Las amigas corrieron a su lado ¡Se asustaron mucho cuando la vieron tendida boca arriba en el suelo y con un agujero en la barriga!

– Esto duele mucho ¡Haced algo o me desangraré!

Por suerte, una de las ranas era doctora y conocía bien los recursos que ofrecía la madre naturaleza. Buscó a su alrededor y encontró una tela de araña sin dueña para usarla como hilo de coser, y con ayuda de unos palitos, la operó de urgencia. Gracias a su habilidad como cirujana, consiguió salvarle la vida.

La rana herida se recuperó en unas semanas y desde entonces cambió completamente de actitud. Jamás volvió a sentirse mal consigo misma y se dio cuenta de que ser una pequeña rana tenía sus ventajas: podía nadar en el estaque, dar brincos espectaculares, jugar al escondite tras las hojas de nenúfar, y otras muchas cosas que el buey jamás podría hacer ni en sus mejores sueños. En definitiva, descubrió que uno es mucho más feliz cuando se acepta tal y como es.



Moraleja: Es absurdo intentar cambiar para convertirnos en algo que jamás seremos. Cada persona nace con unas cualidades diferentes y lo bueno es saber cómo aprovecharlas. Siéntete orgulloso de cómo eres y disfruta de las capacidades que tienes ¡Seguro que son muchas más que tus defectos!


lunes, 24 de abril de 2017

El ciego y el creativo



Dicen que una vez, había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: 'POR FAVOR AYUDEME, SOY CIEGO'.

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue. Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas.

El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él quien re-escribió su cartel y sobre todo, qué había puesto. El publicista le contestó: 'Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras', sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: 'HOY ES PRIMAVERA Y NO PUEDO VERLA'.

Moraleja: Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo y verán que puede que resulte de esa manera. Cuántas veces en nuestras vidas las cosas no salen y nos enojamos, peleamos y nos entristecemos, cuando tal vez debemos cambiar una pequeña cosa para que las cosas salgan bien. Quizá tenemos problemas con las personas a nuestro alrededor y nunca recibimos ayuda, cuando lo que debemos hacer es simplemente sonreír. Sin importar cual sea tu situación, haz un alto, analiza, revisa. Si es necesario corrige e incluso cambia todo si es necesario. Afortunadamente en la carretera de la vida, Jesús siempre nos permite virar.

Muchas veces el Bien está disfrazado de Mal, pero continúa siendo el Bien, y forma parte del plan que Dios creó para la humanidad.

Anónimo


Una bolsa de clavos



Erase una vez un niño pequeño con mal temperamento. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que el perdiera su temperamento él debía martillar un clavo en la cerca.

El primer día el muchacho clavó 37 clavos en la cerca, pero gradualmente el número de clavos diarios disminuyó. Él descubrió que era más fácil frenar su temperamento que clavar clavos en la cerca. Finalmente llegó el día cuando el muchacho no perdió su temperamento para nada.

Él con orgullo se lo dijo a su padre y el padre sugirió que ahora el muchacho sacara un clavo por cada día que él dominara su carácter. Pasaron los días y llegó el momento en que el joven fue capaz de decirle a su padre que había sacado todos los clavos. El padre tomó al hijo por la mano y fueron juntos a la cerca: “Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención, y siempre están prestos a abrirnos su corazón.

Anónimo


Una historia de amor imposible


Cuenta la leyenda que una joven mariposa -de cuerpo frágil y alma sensible- volaba cierta tarde jugando con el viento, cuando vio una estrella muy brillante, y se enamoró. Excitadísima, regresó inmediatamente a su casa, loca por contar a su madre que había descubierto lo que era el amor.

-¡Qué tontería! -fue la fría respuesta que escuchó. -Las estrellas no fueron hechas para que las mariposas pudieran volar a su alrededor. Búscate un poste, o una pantalla, y enamórate de algo así: para eso fuimos creadas.

Decepcionada, la mariposa decidió simplemente ignorar el comentario de la madre, y se permitió volver a alegrarse con su descubrimiento. "¡Qué maravilla poder soñar!", pensaba. La noche siguiente la estrella continuaba en el mismo lugar, y ella decidió que subiría hasta el cielo y volaría en torno de aquella luz radiante para demostrarle su amor.

Fue muy difícil sobrepasar la altura a la cual estaba acostumbrada, pero consiguió subir algunos metros por encima de su nivel de vuelo normal. Pensó que si cada día progresaba un poquito, terminaría llegando hasta la estrella. Así que se armó de paciencia y comenzó a intentar vencer la distancia que la separaba de su amor. Esperaba con ansiedad la llegada de la noche, y cuando veía los primeros rayos de la estrella, agitaba ansiosamente sus alas en dirección al firmamento.


Su madre estaba cada vez más furiosa: -Estoy muy decepcionada con mi hija -decía. Todas sus hermanas, primas y sobrinas ya tienen lindas quemaduras en sus alas, provocadas por las lámparas. Sólo el calor de una lámpara es capaz de entusiasmar el corazón de una mariposa: deberías dejar de lado estos sueños inútiles y conseguir un amor posible de alcanzar.
La joven mariposa, irritada porque nadie respetaba lo que sentía, decidió irse de la casa. Pero en el fondo -como, por otra parte, siempre sucede- quedó marcada por las palabras de su madre, y consideró que ella tenía razón. Así, durante algún tiempo, intentó olvidar a la estrella y enamorarse de la luz de las pantallas de casas suntuosas, de las luces que mostraban los colores de cuadros magníficos, del fuego de las velas que quemaban en las más bellas catedrales del mundo. Pero su corazón no conseguía olvidar a la estrella, y después de ver que la vida sin su verdadero amor no tenía sentido, resolvió reemprender su itinerario en dirección al cielo.
Noche tras noche intentaba volar lo más alto posible, pero cuando la mañana llegaba, estaba con el cuerpo helado y el alma sumergida en la tristeza. Entretanto, a medida que se iba haciendo mayor, pasó a prestar atención a todo cuanto veía a su alrededor. Desde allá arriba podía vislumbrar las ciudades llenas de luces, donde probablemente sus primas, hermanas y sobrinas, ya habrían encontrado un amor. Veía las montañas heladas, los océanos con olas gigantescas, las nubes que cambiaban de forma a cada minuto. La mariposa comenzó a amar cada vez más a su estrella, porque era ella la que la impulsaba a conocer un mundo tan rico y hermoso.
Pasó mucho tiempo y un buen día ella decidió volver a su casa. Fue entonces que supo por los vecinos que su madre, sus hermanas, primas y sobrinas, y todas las mariposas que había conocido, ya habían muerto quemadas en las lámparas y en las llamas de las velas, destruidas por un amor que juzgaban fácil.
La mariposa, aun cuando jamás haya conseguido llegar hasta su estrella, vivió muchos años aún, descubriendo cada noche cosas diferentes e interesantes. Y comprendiendo que, a veces, los amores imposibles traen muchas más alegrías y beneficios que aquellos que están al alcance de nuestras manos.

Paulo Coelho


La cartulina



En una ocasión un conferencista mostró ante el público que le observaba una lámina de cartulina blanca la cual tenia tres pequeñas manchas negras. Ante la mirada expectante de todos pidió que observaran bien la lámina y le dijeran todo lo que podían ver respecto de ella.

A los pocos segundos de contemplación alguien levanto la mano y dijo;

-La cartulina está manchada.

Y alguien más dijo;

-Si, tiene tres manchas negras.

Otro agregó;

-Las manchas son amorfas y de distintos tamaños, y además están muy separadas una de otra.

Y así, todo mundo fue dando su opinión acerca de la cartulina. Finalmente El conferencista detiene las intervenciones del público y llama la atención hacia un detalle que ninguno de ellos pudo ver en la cartulina;

“ninguno de ustedes -dijo él- se ha fijado que aunque tiene tres pequeñas manchas negras todo el resto de la cartulina es totalmente blanco”.

Similar a este ejemplo, en la vida diaria a menudo nos daremos cuenta que las personas se fijan más en los pequeños defectos que tengamos y los errores que cometemos que en todas nuestras virtudes y en todas las cosas buenas que hayamos hecho. Sin embargo es nuestro deber recordar cuanto valemos aun cuando nadie más lo recuerde.

En la vida siempre habrá quienes nos critiquen y nos juzguen, esto es normal, pero nunca hemos de permitir que esa idea falsa que el mundo siempre nos está repitiendo, esa idea de que “no valemos, que no servimos” se aloje en nuestra mente.

Es importante que estemos siempre conscientes de nuestro propio valor y de lo muy importantes que somos, y es nuestro deber recordarle al mundo nuestro valor a cada momento.

miércoles, 19 de abril de 2017

Bienaventuranzas de María, la madre de Jesús



BIENAVENTURADOS SI RESPONDEMOS A LA IDEA CREADORA DE DIOS

Bienaventurados nosotros si respondemos como ella con todo nuestro ser y en respuesta, va contenida una cooperación perfecta con la gracia de Dios que previene y socorre y una disponibilidad plena y generosa a la acción del Espíritu Santo que hace de nosotros una criatura nueva y abierta a la acción constante y maravillosa de nuestro padre y creador.

BIENAVENTURADOS SI ABIERTOS A SU PALABRA MANTENEMOS UN DIALOGO CONSTANTE CON ÉL

Bienaventurados nosotros si sabemos que creer es "abandonarse" en la verdad misma de la palabra de Dios viviente, sabiendo y reconociendo humildemente cuán inescrutables son sus designios e inescrutables sus caminos. Se conforma a ellos en la penumbra de la fe, aceptando plenamente y con corazón abierto todo lo que está dispuesto en su proyecto eterno de amor.

BIENAVENTURADOS SI EN LAS PRUEBAS Y DIFICULTADES SABEMOS DECIR AMÉN

Bienaventurados nosotros si como Ella, que confió plenamente en Él, en medio de las pruebas y dificultades de la vida y supo decir cada día con más hondura y radical confianza: "Hágase en mí según tu palabra". Que seamos capaces de crecer y cultivar juntos en familia, en grupo, en comunidad, esa Palabra dicha para cada uno, aceptando, descubriendo, asumiendo en toda su profundidad ese beneplácito amoroso de Dios.

BIENAVENTURADOS SI NOS ADHERIMOS A CRISTO, CAMINO Y VERDAD DE NUESTRAS VIDAS

Bienaventurados nosotros si como Ella, llena de Gracia, que está permanentemente presente en el misterio de Cristo, pegada y adherida a Él en todo su peregrinar (terrestre y celeste) y al mismo tiempo, de modo discreto, pero directo y eficaz, haciendo presente a los hombres el misterio de Jesucristo doloroso, muerto y resucitado. Quien cree en Él no muere, vive para siempre.

BIENAVENTURADOS NOSOTROS SI UNIDOS AL ESPÍRITU HACEMOS IGLESIA

Bienaventurados nosotros si estrechamos nuestra unión y abiertos a la acción fecunda del Espíritu Santo, sabemos aguardar con ánimo abierto y esperanzado, la promesa de los dones del Espíritu para hacer brotar y renacer algo nuevo e inesperado, porque las riquezas del Espíritu son inagotables. Para Dios NADA hay imposible. "Dichosa tú que has creído, porque se hará lo que Él ha dicho".

BIENAVENTURADOS SI SOMOS LIBRES Y VIVIMOS EN LA VERDAD Y LA LUZ

Bienaventurados nosotros si abiertos totalmente a la luz de Dios y orientados hacia Él, por el empuje de la fe, vemos en María, al lado de su hijo, la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia Ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión expresado en el Magnificat.¡Eso engrandece!

BIENAVENTURADOS SI LA ACOGEMOS EN EL ESPACIO MÁS ÍNTIMO DE NUESTRO SER

Bienaventurados nosotros si como auténticos discípulos de Cristo, como Juan al pie de la Cruz, vivimos esta dimensión Mariana, mediante una entrega filial y confiada a la Madre de Dios, iniciada con el testamento del Redentor en el Calvario, "acogiéndola entre las cosas propias" e introduciéndola en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su yo humano y cristiano. Vivir en Él.

BIENAVENTURADOS SI VEMOS EN ELLA EL MODELO DE UNA PERSONA PLENA Y REALIZADA

Cultivando los más altos sentimientos de que es capaz el corazón humano: la oblación total del amor, la fuerza que sabe resistir los más fuertes dolores, la fidelidad sin límites, la laboriosidad infatigable y la capacidad de conjugar la intuición penetrante con la palabra de apoyo y de estímulo. El verdadero sentido de la mujer que la Iglesia descubre a la luz de María. "Tú, que para asombro de la naturaleza humana, has dado el ser humano a tu Creador.

domingo, 9 de abril de 2017

¿No te parece extraño?



¿No te parece extraño cómo un billete de 20$ "parece" tan grande cuando lo llevas a la Iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?

¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando oímos hablar de Dios, pero cuán corta cuando un equipo juega al fútbol por "solo" 90 minutos?

¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando estás en la Iglesia, pero qué corta es cuando estás divirtiéndote en algún lugar?

¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando rezas, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de qué conversar con un amigo?

¿No te parece extraño cuánto nos emocionamos cuando un partido de fútbol llega a la prórroga y se extiende un tiempo extra, pero nos quejamos cuando el sermón es un poquito más largo que lo usual?

¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero qué fácil es leer 100 tweets o 100 whatsapps al día?

¿No te parece extraño cómo las personas desean los asientos del frente en cualquier partido o concierto, pero hasta se esfuerzan para buscar los asientos de atrás en las iglesias?

¿No te parece extraño que necesitemos 2 o 3 semanas de aviso para incluir un evento de la Iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?

¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del Evangelio para compartirla con otros, pero qué fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?

¿No te parece extraño cómo creemos rápida y facilmente lo que dicen los periódicos y las redes sociales, pero cuestionamos lo que dice la Biblia?

¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer, o pensar, o decir, o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?

¿No te parece extraño cómo podemos enviar miles de chistes por whatsapp y se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes acerca de Dios, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos con otros?

Es extraño, ¿no te parece?...

No tengas miedo de hablar de Dios y dar gracias al Señor porque Él es bueno!

lunes, 3 de abril de 2017

Comodidad



Un día, un hombre sabio y piadoso clamó al cielo por una respuesta. El hombre aquel encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para lograr que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz. La pregunta que hacían era: ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?

Entonces, los cielos se abrieron y después de un magnifico estruendo, la voz de Dios les dijo: Comodidad

Todos los misioneros se veían entre si, sorprendidos y extrañados de escuchar tal término de la propia voz de Dios. El hombre sabio y piadoso preguntó de nuevo: ¿Comodidad Señor? ¿Qué quieres decir con eso?

Dios respondió: La clave para un mundo pleno es: Como dí, dad. Es decir, así como yo les dí, dad vosotros a vuestro prójimo. Como dí, dad vosotros fe; como dí, dad vosotros esperanza; como dí, dad vosotros caridad; como dí, sin límites, sin pensar en nada más que dar, dad vosotros al mundo... y el mundo, será un paraíso. Sigamos la clave de COMO DÍ, DAD



DAR Y RECIBIR

Cuando alguien te de una rama con espinas, en vez de tomarla con indignación y correr el riesgo de pincharte las manos, recíbela con serenidad y plántala en el jardín de tu vida. Mas, cuando recojas las rosas, no te olvides de mandar por lo menos una para ese alguien. Al fin de cuentas, fue ese alguien quien te dio la rama.

Cuando alguien te dé un puntapié, en vez de devolvérselo, recuerda que diste un paso al frente, en tanto que él quedó un paso atrás.

Cuando alguien te grite, no respondas con otro grito, para no correr el riesgo de quedarte también ronco.

Cuando alguien te escupa, recuerda que un poco de agua y saliva harán que quedes aún más limpio que antes, mientras que el escupidor perdió un poco de saliva que actuaría benéficamente en su digestión.

Cuando al fin, alguien se ría de ti, sonríe a ese alguien. Al final, él precisa mucho una sonrisa.

Sea feliz a tiempo



Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.

En un recodo del camino vió un letrero que decía : "Le quedan dos meses de vida"

Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: " Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean".

Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar. Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior. Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice:"Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuanto sufrimos por lo mucho que anhelamos".


Gracias, Señor



Un alma recién llegada al cielo se encontró con un ángel. El ángel llevó al alma a un recorrido por el cielo.

Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres llenos con otros ángeles. El ángel se detuvo frente a la primera sección y dijo: "Esta es la sección de recibo".

Aquí, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas. "El alma miró a la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.

Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y el ángel le dijo: "Esta es la sección de empaquetado y entrega".

Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide, son empaquetadas y enviadas a las personas que las solicitaron. El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empaquetadas y enviadas a la tierra.

Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el ángel se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa. "Esta es la sección del agradecimiento" dijo el ángel al alma. "¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?" - preguntó el alma.

"Esto es lo peor"- contestó el ángel. Después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envían su agradecimiento.

¿Cómo agradece uno las bendiciones de Dios?

"Muy sencillo", contestó el ángel, "Sólo tienes que decir, Gracias Señor".

Gracias Señor, por darme el regalo más grande; por enviar a tu hijo unigénito a morir por mis pecados y darme la salvación, la vida eterna por medio de Jesús.

Una rana muy insistente



Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuan profundo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas ya que no saldrían.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inutiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió.

La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía sentido seguir luchando. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos alegramos mucho de que hayas logrado salir, a pesar de lo que te hemos gritado". La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Moraleja:
1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo.

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruirlo. Tengamos cuidado con lo que decimos.

3. Una persona especial es la que comparte tiempo para animar a otros.


Una referencia relacionada:

En los Estados Unidos de América, en la NASA, hay un póster muy bonito de una abeja, el cual dice así:
"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe"


La vasija agrietada



Había una vez… un viejo campesino, el cual cada día andaba largos kilómetros para recoger agua de la que era la fuente más cercana, y transportarla a sus allegados. El hombre caminaba cada día portando a sus hombros dos vasijas, apoyadas sobre un palo.

Las vasijas, al igual que él, no era inmunes al paso de los años, y también habían ido envejeciendo y deteriorándose con el paso del tiempo.

Una de las vasijas había resultado más castigada con los continuos viajes del hombre y hacía tiempo ya que se había agrietado, lo que hacía que perdiera cada vez más agua en los trayectos. Cierto día, “la vasija agrietada” le dijo al hombre:

– No sé si te has dado cuenta de que hace ya un tiempo de que tengo grietas y que no sirvo para mucho… Mientras la otra vasija hace largos y largos kilómetros llevando toda la cantidad de agua que le echas, yo sin embargo pierdo cada día más de la mitad del agua por el camino. Creo que lo mejor para ti sería que me abandonaras y me cambiaras por otra vasija que hiciera la labor que tú te mereces.

El hombre se paró, dejó con delicadeza las vasijas en el suelo y le dijo a la vasija agrietada:

– ¿Tú te has podido fijar en lo que ha pasado desde que te empezaste a agrietar hasta la fecha de hoy? ¿Te has fijado en el camino que juntos hacemos cada día?

La vasija se quedó pensativa por un momento y, resignada, contestó:

– No, yo solo sé que no sirvo para nada pues no soy capaz la única función que SE SUPONE que tengo. De verdad pienso que deberías cambiarme por otra.

El hombre la miró fijamente y le dijo a la vasija:

– Escucha atentamente, vieja amiga. Cada día, desde que te empezaste a agrietar por el lado derecho de mi hombro, por todo el camino que juntos recorremos, planté unas semillas, que como podrás comprobar no sólo me alegran el paseo cada día con los colores y olores que desprenden las plantas, sino que además han dado sus frutos y me permiten a mí y a otros recogerlos y llevar alimentos a nuestras familias.

Y gracias al agua que tú misma has ido derramando por el camino. Debes estar orgullosa de lo que eres.

Las cosas hay que cambiarlas en la medida que se pueda y sobre todo, buscar oportunidades para hacer frente. Eso, es lo que he hecho yo contigo. Debes estar orgullosa de quién eres y de qué hemos conseguido a pesar de las adversidades. Nada más.


Reflexión:

Espero que aprendas una lección: las cosas que no funcionan como antes, no se deben abandonar y dejar de lado porque ya no sean como esperamos.

Hay que darse cuenta de que todos pero ABSOLUTAMENTE TODOS tenemos defectos pero también muchas virtudes. No debemos compararnos para lamentarnos, sino mejorar lo que tenemos o lo que somos y sacarle partido a las adversidades.

Un buen nivel de autoestima nos ayuda a afrontar todas estas situaciones y no caer en los derrotismos. Es entonces cuando podemos decir que hemos aprendido de la vida y que estamos preparados para hacer frente a las adversidades.


domingo, 2 de abril de 2017

Todos tenemos grietas



Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón. Pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque, debido a mis grietas, sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir".

El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa, quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino".

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del camino; pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen de tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas, y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a lo largo de todo el camino por donde vas, y todos los días las has regado, y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, incluidos tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza"

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados...

Dedicado a todos mis amigos, que aprovechan sus grietas para hacer crecer hermosos jardines...

La clínica del Alma



Médico cirujano: Jesucristo
Título: Hijo de Dios
Médico Auxiliar: El Espíritu Santo
Enfermera solícita: Virgen María
Campo de estudio: El corazón
Experiencia: Infalible y Eterno
Residencia y oficina: En todas partes
Su poder: ilimitado
Radioterapia: EL AMOR
Su obsequio a nosotros: La Gracia, Vida Divina
Su libro de recetas: El Evangelio
Enfermedades para sanar: Todas
Precio del tratamiento: Gratuito
Garantía de la operación: Absoluta
Residencia Clínica: La Iglesia
Quirófano: El Altar
Dieta a cumplir: Oración y ayuno
Ejercicios de curación: Eucaristía y Penitencia
Otros ejercicios necesarios: Buenas obras y frutos
Acuda hoy mismo: Es mejor en los primeros síntomas
Hora de consulta: Guardia permanente


Firmado.

Doctor Jesucristo.

Especialista en todas las enfermedades y dolencias

sábado, 1 de abril de 2017

Orgullo de Maestra



Al saber que soy maestra, la gente suele preguntarme qué enseño, y mi respuesta de que doy clases de primer grado en una escuela primaria generalmente les arranca un "¡Ah!" tan desabrido, que me gustaría exclamar:

-¿En qué sitio, si no allí, me abrazaría un apuesto jovencito y me diría que me quiere?

-¿Dónde más podría atar lazos para el pelo, ajustar cinturones, ver un desfile de modas a diario, y, aunque siempre me vista de la misma manera, oír decir que mi vestido es bonito?

- ¿En qué otro lugar tendría el privilegio de mover dientes flojos y de arrancarlos cuando terminan de aflojarse?

- ¿Dónde más podría guiar en la escritura de las primeras letras una manita que quizás algún día escriba un libro importante? ¿En qué otra parte olvidaría mis penas porque tengo que atender tantas cortaduras, raspones y corazones afligidos?

- ¿Dónde conservaría el alma joven, sino en medio de un grupo cuya atención es tan efímera que siempre debo tener a mano una caja de sorpresas?

- ¿Dónde me sentiría más cerca del Creador que en un lugar donde, por un esfuerzo que yo he hecho, un niño aprende a leer?

- ¿En qué otro sitio derramaría lágrimas porque hay que dar por terminado un año más de relaciones felices?

La humanidad tiene necesidad de ti



Si la nota dijese: una nota no hace una melodía,... no habría sinfonía.

Si la palabra dijese: una palabra no puede hacer una página.... no habría libro.

Si la piedra dijese: una piedra no puede levantar una pared.... no habría casa.

Si la gota dijese: una gota no puede formar un río,... no habría océano.

Si el grano de trigo dijese: un grano no puede sembrar un campo ... no habría cosecha.

Si el hombre dijese: un gesto de amor no puede salvar a la humanidad nunca habría justicia, ni paz, ni dignidad, ni felicidad sobre la tierra.

Ama y obra de verdad, pues sólo el amor puede vencer al sufrimiento y el peso del amor que pones en el mundo aunque tú no veas su fruto, da una nueva sangre al cuerpo cansado de la humanidad.

Porque así como la sinfonía necesita de cada nota, como el libro necesita de cada palabra, como la casa necesita de cada piedra, como la cosecha necesita de cada grano de trigo, la humanidad entera tiene necesidad de ti, allí donde estés, ya que eres único, y por tanto irreemplazable.



El verdadero amor sabe esperar



Bárbara y Juan tenían un año de haberse conocido. Ellos tenían una amistad muy bonita y un noviazgo maravilloso. Los padres de Juan querían mucho a Bárbara. ¡Pero una noche sucedió algo terrible! Juan empezó a presionar a Bárbara rogándole que se acostara con él. Le decía que: “Si verdaderamente me amas no te negarás a hacerlo. De todas formas pronto nos vamos a casar.”

Ya Bárbara tenía su vestido de novia, pero aquella noche trágica la joven señorita se rindió ante tanta presión y como resultado ella quedó embarazada.

Cuando le contó a Juan, él la abandonó y se fue a vivir a otra ciudad. Los padres de Bárbara no querían saber nada de ella y la echaron a la calle. Ahora esta joven está emocionalmente destrozada y sola. Pronto ella será una de tantas madres solteras y su hijo uno de tantos hijos sin su verdadero padre.

Pues bien.. la Biblia nos relata una apasionante y romántica historia de amor basada en la ESPERA que tanto nos cuesta.

La historia cuenta que un hombre de nombre Jacob un día ve a una chica trayendo las ovejas de su padre para darles de beber agua de un pozo. Él la saluda, dialogan, llega a casa de sus familiares y se queda con ellos debido a que son parientes. Durante su estadía ahí al parecer la observa detenidamente, vigila sus movimientos, probablemente tienen muchos encuentros “casuales” y otros “preparados” (intuyo eso..) en fin, algo sucede en el corazón de este chico.

Entonces toma una decisión, va donde su tío Labán y le dice: “Me ofrezco a trabajar para ti siete años, a cambio de Raquel, tu hija menor..” (Génesis 29: 18)

“Así que Jacob trabajó siete años para poder casarse con Raquel, pero como estaba muy enamorado de ella LE PARECIÓ POCO TIEMPO..” (Génesis 29:20)

Jacob era un tipo común y silvestre, si indagas un poco más en su historial de vida, anteriormente había engañado a su padre Isaac para quedarse con la primogenitura de su hermano Esaú, salió de casa huyendo, y en ESAS condiciones llegó a la casa de su tío buscando refugio.

Ese no es precisamente el perfil de un “príncipe azul”.. pero él tenía algo muy importante: DETERMINACIÓN, DECISIÓN, él CRECIÓ en el CONOCIMIENTO DE QUÉ ES EL VERDADERO AMOR.

La historia no queda ahí, el día tan esperado llega, y al despertar después de la noche de bodas descubre que.. HA SIDO ENGAÑADO POR SU TÍO! la mujer que estaba junto a él NO era Raquel!!! sino Lea, su hermana!!!!!!

Aquí es donde me dirijo a ti estimado lector (hombre) y te pregunto:
¿Ante una situación así, habría pasado tu mente la posibilidad de irte de esa casa EN EL ACTO!..?
Un engaño como ese no es fácil de asimilar, mas aún porque esperó 2555 días (en nuestro calendario actual)

Descaradamente Labán, su tío le dice:

“La costumbre en nuestro país es casar primero a la mayor y luego a la menor. Por eso.. por siete años más de trabajo te daré la otra..” (Génesis 29: 26, 27)

(…)
Es difícil de creer pero Jacob trabajó SIETE AÑOS MÁS!!!!!!!! ¿Por qué?
Porque la AMABA.
Porque el verdadero amor ESPERA!

No sé exactamente como está tu situación sentimental hoy, pero cuando descubres que estás frente a la persona que siempre soñaste, si al conocerla te das cuenta que quisieras levantarte cada mañana y ver su sonrisa diciéndote: “Buenos días” y si ante las dificultades y las adversidades de la vida te gustaría correr a los brazos de esa persona y juntos arrodillarse ante el Dios Todopoderoso rogando por una solución. Y si aquella persona que está en tus pensamientos ama a Dios por sobre ti mismo.. ¿No crees entonces que SI vale la pena el esfuerzo y la espera? ¿No crees que por un verdadero amor es NECESARIO dar todo?

NO hay sacrificio que por amor no sea valorado.
NO hay espera por amor que no traiga frutos.

Jacob la vió, la conoció, la amó, decidió compartir el resto de su vida con ella, dedicó 14 años de trabajo para finalmente CASARSE y demostrarle con HECHOS que ella era el AMOR DE SU VIDA. Él conquistó su corazón.

“El amor es paciente.. El amor todo lo espera, todo lo soporta..”
(1 Corintios 13: 4a, 7b)


¡El Verdadero amor.. ESPERA!